¿Nutrición o una dieta más?
A veces, cuando alguien llega por primera vez a mi consulta, suele traer una idea errónea: “Vengo para que me pongas a dieta”. Siempre sonrío cuando escucho eso, porque mi trabajo como nutricionista no se trata solo de dietas ni de prohibiciones.
Mi enfoque es diferente. Aquí no encontrarás sermones ni menús imposibles. En cambio, hablaremos de ti, de tu historia, de cómo te sientes con la comida. Porque para mí, la nutrición no es solo números; es vida, emociones y balance.
¿Qué pasa en la primera consulta?
Lo primero que hacemos cuando llegas es conocernos. Claro, evaluamos parámetros como tu peso, talla y composición corporal. Pero esos datos son solo una pequeña parte del cuadro completo. Mi objetivo principal es entenderte como persona, no como un número.
Te hago preguntas como:
- ¿Cómo te sientes al comer?
- ¿Qué significa para ti un día “saludable”?
- ¿Qué hábitos aprendiste en casa?
Estas preguntas me ayudan a construir un panorama integral de tu relación con la comida. Porque para mí, no es solo lo que comes, sino cómo te sientes al hacerlo.
Más allá del peso: un enfoque integral
En mi consulta, no soy pesocentrista. Eso significa que no me enfoco exclusivamente en cuánto pesas. En lugar de eso, trabajo contigo desde tres pilares:
- Físico: Evalúo tu composición corporal, tus hábitos actuales y tus antecedentes clínicos.
- Psicológico: Analizo cómo te relacionas con la comida. ¿Comes por hambre real o por emociones como el estrés o la ansiedad?
- Social: Considero tu entorno, tus hábitos familiares y cómo influyen en tu alimentación.
Es un enfoque integral, porque creo firmemente que la salud no es solo física; también incluye lo emocional y lo social. Como siempre digo, tu cuerpo, mente y entorno están conectados, y solo cuando cuidamos todos esos aspectos logramos cambios reales y sostenibles.
Enseñar a comer, no solo dar un menú
Algo que siempre recalco es que no creo en las dietas rígidas ni en los menús que se olvidan al día siguiente. Mi trabajo no es decirte qué comer, sino enseñarte a entender por qué esos alimentos son importantes para ti.
En la consulta, nos tomamos el tiempo para hablar de los alimentos, de cómo combinarlos, de qué opciones tienes y de cómo adaptarlos a tu día a día. Porque educar es mucho más valioso que imponer.
Siempre les digo a mis pacientes: “Quiero que entiendas el cómo y el porqué de cada cosa que te propongo. Así, tomarás decisiones informadas y sostenibles”.
Pequeños cambios, grandes resultados
El éxito en nutrición no se mide solo con la báscula. Se mide en cómo te sientes contigo mismo, en cómo mejoras tu relación con la comida y en las pequeñas victorias del día a día:
- Disfrutar una comida sin culpa.
- Sentirte bien al moverte o hacer ejercicio.
- Reconocer que un día fuera de la rutina no es un fracaso, sino parte del equilibrio.
Esos son los momentos que me hacen saber que estamos en el camino correcto.
Conclusión: Un viaje hacia el equilibrio
Quiero que sepas que tu salud no se trata de buscar la perfección. Se trata de encontrar un balance que funcione para ti, de sentirte bien con las decisiones que tomas cada día.
Mi objetivo como nutricionista no es que sigas un plan perfecto, sino que construyas una relación sana con la comida y con tu cuerpo. Al final, no se trata de lo que dejo o quito de tu dieta, sino de lo que juntos construimos para mejorar tu vida.










