¿Te preocupa el comportamiento o las emociones de tu hijo y no sabes si es momento de buscar ayuda profesional?
Como psicóloga especializada en infancia, sé que dar el paso de consultar a un psicólogo infantil puede generar dudas y temores. Pero también sé que, muchas veces, ese primer paso marca una diferencia enorme en el bienestar de un niño y en la tranquilidad de su familia.
En este artículo, quiero ofrecerte una guía clara y cercana sobre qué hace un psicólogo infantil, cuándo es recomendable acudir a uno, cómo es el proceso terapéutico y qué beneficios puede aportar.
¿Qué es un psicólogo infantil?
Un psicólogo infantil es un profesional especializado en comprender y abordar las emociones, pensamientos y comportamientos de niños y adolescentes. Su objetivo es promover el bienestar emocional y social del menor, ayudándolo a enfrentar desafíos propios de su desarrollo o situaciones difíciles que puedan estar afectando su salud mental.
A diferencia de la terapia para adultos, la psicología infantil utiliza técnicas adaptadas a la edad y nivel de desarrollo del niño, como el juego, el dibujo o la narración de cuentos, para facilitar la expresión y el procesamiento de emociones.
¿Cuáles son las funciones de un psicólogo infantil?
El trabajo del psicólogo infantil es amplio y abarca diversas áreas:
- Evaluación psicológica: Mediante entrevistas, observación y pruebas específicas, se identifica la naturaleza de las dificultades del niño, ya sean emocionales, conductuales o del desarrollo.
- Intervención terapéutica: Diseña y aplica programas de tratamiento personalizados para abordar problemas como ansiedad, depresión, TDAH, trastornos del espectro autista, entre otros.
- Orientación a padres y educadores: Brinda pautas y estrategias para manejar situaciones difíciles en casa o en la escuela, fomentando una crianza positiva y coherente.
- Prevención y promoción de la salud mental: Trabaja en el fortalecimiento de habilidades emocionales y sociales, previniendo la aparición de problemas futuros.
¿Cuándo acudir a un psicólogo infantil?
Es normal que los niños experimenten cambios en su comportamiento o emociones a lo largo de su desarrollo. Sin embargo, hay señales que pueden indicar la necesidad de consultar a un profesional:
- Cambios bruscos en el estado de ánimo: Irritabilidad, tristeza persistente o ansiedad excesiva.
- Problemas de conducta: Agresividad, desobediencia constante o conductas desafiantes.
- Dificultades en el aprendizaje: Bajo rendimiento escolar, falta de concentración o problemas de memoria.
- Alteraciones en el sueño o la alimentación: Insomnio, pesadillas frecuentes, pérdida o aumento de apetito.
- Retraimiento social: Dificultad para relacionarse con otros niños o aislamiento.
- Eventos traumáticos: Pérdida de un ser querido, divorcio de los padres, mudanzas o situaciones de abuso.
Si alguna de estas situaciones persiste o interfiere significativamente en la vida del niño, es recomendable buscar ayuda profesional.
¿Cómo trabaja un psicólogo infantil?
El proceso terapéutico en psicología infantil suele seguir varias etapas:
- Entrevista inicial con los padres: Se recopila información sobre el desarrollo del niño, su comportamiento y las preocupaciones actuales.
- Evaluación del niño: A través de juegos, dibujos y conversaciones, se exploran las emociones, pensamientos y conductas del menor.
- Devolución de resultados: Se comparte con los padres el diagnóstico y se propone un plan de intervención.
- Terapia individual y/o familiar: Se llevan a cabo sesiones terapéuticas adaptadas a las necesidades del niño y su familia.
- Seguimiento y cierre: Se evalúan los avances y se decide, junto con la familia, el momento adecuado para finalizar la terapia.
La colaboración de los padres y, en algunos casos, de la escuela, es fundamental para el éxito del tratamiento.
Beneficios de la terapia infantil
La intervención temprana en salud mental infantil puede tener un impacto positivo duradero en la vida del niño. Algunos de los beneficios incluyen:
- Mejora en la regulación emocional
- Desarrollo de habilidades sociales
- Incremento de la autoestima
- Reducción de síntomas
- Fortalecimiento del vínculo familiar
Checklist para padres: ¿Mi hijo necesita ayuda profesional?
- ¿He notado cambios significativos en su comportamiento o estado de ánimo?
- ¿Tiene dificultades para relacionarse con sus pares o adultos?
- ¿Presenta problemas persistentes en la escuela?
- ¿Ha vivido recientemente una situación estresante o traumática?
- ¿Me siento desbordado o sin recursos para manejar sus conductas?
Si respondiste afirmativamente a una o más de estas preguntas, podría ser el momento de consultar a un profesional.
Conclusión
Buscar ayuda profesional para tu hijo no es un signo de debilidad, sino una muestra de amor y compromiso con su bienestar. En Mood Clinic, contamos con un equipo de psicólogos infantiles comprometidos en acompañarte a ti y a tu hijo en este proceso.
Si tu hijo tiene entre 4 y 7 años, podés agendar con psicóloga Rebeca Martines, psicóloga Lisbeth Calles o psicóloga Regina Aguilar.
Si es adolescente (desde los 12), psicóloga Alejandra Meléndez puede ayudarte.
Y si querés saber más sobre nuestro servicio de terapia infantojuvenil, hacé clic acá.
Estamos aquí para ayudarte a construir un camino hacia el bienestar emocional de tu familia.










